LOS SOCIALISTAS UTÓPICOS
La revolución Industrial fue un amplio progreso de la economía europea, desarrollo el maquinismo, la producción manufacturera y los bienes puestos a disposición de la población (¼ que podía pagarlos). Trajo profundos problemas sociales: agudizó las diferencias de riqueza entre las clases sociales, evidenció las malas condiciones de vida de los proletarios y provocó críticas al sistema capitalista que engendraba estos males.
La consecuencia social más importante fue que generó una nueva clase social: el proletariado, gente que se quedó sin trabajo en los campos, emigró a las ciudades y se transformó en la mano de obra barata que necesitaban los industriales. Su único bien es su fuerza de trabajo, viven hacinados con salarios de subsistencia y con turnos de jornadas agotadoras, sin posibilidad de instruirse y tomar conciencia de su deplorable situación.
Fueron algunos de los integrantes de las clases altas (de la burguesía y aún de la nobleza) que tomaron conciencia del problema y reclamaron soluciones.
Se les designó con el nombre genérico de socialistas: término usado para señalar a los grupos que aspiraban a un orden social nuevo basados en una concepción económica y social de los derechos humanos.
Las primeras tendencias socialistas fueron denominadas “utópicas” (en el sentido que sus teorías eran un sueño, una irrealidad) Preferían la evolución a la revolución
Como se empleó primero el término socialismo: es una “ordenación colectiva de los asuntos humanos, basados en la cooperación y teniendo como fin la felicidad y el bienestar de todos. Resaltando no la “política” sino la producción y distribución de riqueza. Logrando mediante la educación formas de conductas cooperativas opuestas a las de competencia imperantes.”
Los socialistas utópicos eran intelectuales idealistas llenos de buenas intenciones que no eran suficientes para cambiar la sociedad de manera integral. Intentaban combatir la explotación del hombre por el hombre mediante propuestas que no pasaron del nivel teórico o de la aplicación temporal.
Conde de SAINT-SIMON (1760-1825) aristócrata francés defensor del positivismo (el positivismo pone a la ciencia como única guía para arribar al conocimiento de la realidad natural y humana) defendía la industrialización. Rechazaba “la explotación del hombre por el hombre” y creía que la sociedad debía transformarse para proporcionar “el mayor bien al mayor número” (utilitarismo), basado en la igualdad de oportunidades, y con un orden social basado en la eficacia y en el rendimiento. Hay que dar “a cada cual según sus capacidades y sus obras”, dentro de una economía planificada. Distingue entre los trabajadores (industriales, obreros, artistas, técnicos y sabios) que debían planificar y gobernar y los ociosos (nobleza, militares). Busca lograr una feliz asociación entre el capital y el trabajo. Sus seguidores combatieron la propiedad privada basándose en la justicia y en la conveniencia sociales. Es el primero en reconocer la importancia dominante de la economía en los problemas de la sociedad moderna.
C. FOURIER (1772-1837) filósofo francés perteneciente a la burguesía, cree en la bondad innata de los hombres, estos tienen deseos e inclinaciones naturales que debían ser respetados por una organización social adecuada a ellos .
El critica al sistema capitalista y a la sociedad burguesa por considerarlas muy individualistas y egoístas.
El hombre trabaja en cosas que no le gustan y es infeliz, piensa que organizando pequeñas comunidades de producción voluntarias (falanges) de 400 ha que serían cultivadas por los integrantes, cada comunidad sería de 1600 personas cada una. El individuo podría producir y vivir en falansterios (así llamaba a las comunidades, formada por la asociación libre de trabajadores), aumentando su productividad y al no depender de un empresario privado lo consideraría como propio. El falansterio tendría un gran edificio donde se viviría, habría propiedad individual y los beneficios se distribuirían así: 5/12 al trabajo, 4/12 como interés al capital invertido y 3/12 al talento (los que dirigen y administran). Estas comunidades serían financiadas voluntariamente y Fourier busco apoyo en los capitalistas, luego de su muerte algunos falansterios se realizaron en Francia, Estados Unidos y Brasil pero fracasaron. Lo más rescatable de su pensamiento es que el hombre sería más feliz si viviera de acuerdo a sus deseos naturales y no de acuerdo a una forma artificial de conducta.
ROBERTO OWEN (1771-1858) industrial inglés considerado el padre del cooperativismo. Su ideal era “la formación integral, en lo físico y en lo moral, de hombres y mujeres que pensaran y actuarán siempre racionalmente”. Organizó en su fábrica de New Lanark la reducción a 10 horas la jornada de trabajo, impidió el trabajo infantil y creó escuelas además de almacenes cooperativos para sus empleados. Demostró a sus colegas que había logrado aumentar la producción pero no logro eco entre los otros industriales.
Creía en la educación para transformar a la clase trabajadora.
Más tarde actuó como dirigente obrero de las TRADE UNIONS (primeros sindicatos ingleses), impulso a los obreros a crear cooperativas y administrar por su cuenta los instrumentos de producción.
Bibliografía : Introducción a la Historia Contemporánea 1770-1918: La Era de las Revoluciones José U. Martínez Carreras.
El arte del Renacimiento
4°Revueltas en el Mundo Árabe
4°Año La Crisis de Siria
lunes, 8 de junio de 2009
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