Al comenzar la guerra de emancipación, Hispanoamérica:
estaba dividida administrativamente en cuatro virreinatos (México, Perú, Nueva Granada y Río de la Plata) y cuatro capitanías generales (Venezuela, Chile, Guatemala y Cuba). Sobre esa base comenzará la organización de los nuevos estados atravesando un proceso sucesivo de concentración y secesión.
Estas divisiones administrativas fueron sustituidas por los gobiernos revolucionarios que controlaron los territorios que le correspondían durante la administración española a los gobernantes depuestos. Si la revolución hubiera seguido una línea uniforme es probable que se hubieran formado 8 estados , pero el desarrollo de la revolución fue muy complejo y los resultados evidencian tal complejidad.
La herencia colonial y revolucionaria:
Terminada la guerra de la independencia (1824), los estados latinoamericanos que surgieron de la desintegración del imperio Español debieron enfrentar problemas de carácter político, social, económico, cultural e internacional.
Estos problemas, sumados a los originados por la intervención de las potencias industriales en la lucha por sus intereses (fundamentalmente Inglaterra y posteriormente EE.UU.)generarán una endémica debilidad al continente.
Bibligrafía: Historia Universal de la era de las revoluciones al mundo globalizado. Gloria M. Delgado de Cantú.
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